Artículo de Javier Zurera, sobre la consolidación de equipos en el Data Center
- Escalabilidad: cada vez que sea necesario desplegar un nuevo servicio no necesitaremos comprar nuevo hardware, salvo que fuera un despliegue masivo, por lo que los tiempos de entrega se acortan bastante.
- Entornos de desarrollo: con máquinas virtuales es mucho más sencillo poder generar entornos de pruebas ya que no es necesario un nuevo equipo físico para poderlo desplegar.
- Tiempos de corte menores: si necesitamos ampliar la capacidad de un host físico, moviendo las máquinas virtuales a otro servidor físico, mientras se realiza el mantenimiento, el usuario final no notaría corte en el servicio.
- Recursos de red: al tener todas las máquinas en un mismo host físico se reduce bastante los requisitos de red, tanto a nivel lógico de puertos como de cableados, que deberían dar servicio a todos los servidores si estos fueran físicos.
- Ajustar la capacidad eléctrica de las UPS a la carga IT del centro de datos. Si disponemos de UPS modulares, habría que ajustar estos módulos a la capacidad más óptima del centro de datos.
- Las máquinas de clima deberían ajustarse a las necesidades de demanda de las máquinas IT y no trabajar a máxima capacidad. Para ello, son recomendables que las CRACs de sala dispongan de compresores y variadores de frecuencia en los ventiladores, para que emitan el flujo de aire que demande la carga IT en cada momento.
- Reducción del espacio físico del centro de datos. Una vez virtualizados los equipos físicos, el resto de equipos que queden en los racks, habría que reubicarlos siguiendo las buenas prácticas de pasillos fríos y pasillos calientes a poder ser cerrados, para que el espacio a refrigerar sea el menor y más óptimo posible, y de esta manera poder apagar alguna máquina de clima que ya no sea necesaria.
- Aumentar la temperatura de la sala a unos valores más acordes a la nueva recomendación ASHRAE 90.4, sobre los 27°C a la entrada del servidor.
- Utilizar sistemas de gestión de la capacidad para controlar el consumo eléctrico detectando racks sobrecargados, el espacio disponible dentro de cada armario y también medir la temperatura de entrada del aire a los servidores, para poder anticiparse a futuros problemas de sobrecalentamiento.